La editorial independiente Libros desde Tuma publica El chaval principeras, la edición autorizada en cheli de la popular novela corta Le Petit Prince (El principito/El pequeño príncipe en sus traducciones al castellano), de Antoine de Saint Exupéry. Se trata de la primera edición que se hace de la novela a esta modalidad lingüística tan propia de Madrid.
El chaval principerases una edición autorizada por la Fundación Saint-Exupéry y por la editorial francesa Gallimard, cumpliendo así con todos los criterios establecidos para las ediciones oficiales. Le Petit Prince es uno de los libros más traducidos en el mundo, a más de 450 idiomas y dialectos de todo el mundo, a los que ahora se les suma el cheli.
El cheli, sociolecto propio de la ciudad de Madrid, es una variante lingüística enraizada en el casticismo que se va conformando a través de la tradición oral y los aportes escritos de los autores costumbristas, hasta alcanzar su máximo esplendor en el siglo XX. Influido por sufijos propios, vocablos creados y una gran aportación léxica del caló, es en la segunda mitad de siglo cuando recibeenormes préstamos y juegos de palabras de una contracultura madrileña que reivindica el cheli como un símbolo de la identidad del Foro.Su contribución al castellano permanece a través de elementos y vocabulario adoptados como propios en todo el país.
Álvaro de Benito ha sido el encargado de la traducción de este clásico. Periodista culturaly deportivo, además de editor e interesado en la filología, comenzó a trabajar en este proyecto hace un par de años sirviéndose del acervo popular y de estudios filológicos y lexicones que trazaron lo que es hoy esta edición. De Benito es licenciado en Periodismo y máster en Gestión Cultural y también en Comunicación Corporativa.
Para el responsable de esta edición:“El chaval principeras recoge un trabajo de documentación extenso, pero sobre todo registro de un sociolecto que, aun presente entre nosotros, su forma más original ha ido desapareciendo. No tiene nada que ver con cómo se habla hoy en las grandes ciudades, sino más bien un testimonio de las hablas populares de Madrid. Ha sido todo un reto hacer hablar a El Principito en cheli, pero es magnífico poder escucharle tan castizo e, incluso, rockero”.